“Como la luna que alumbra Por la noche los caminos Como las hojas al viento Como el sol espanta al frío”
La Tierra del Olvido – Carlos Vives.
No hay nada más conmovedor que escuchar la melodía de un acordeón al compás de una guacharaca y un tambor. Sus sonidos nos transportan a lugares e historias míticas que han ido construyendo la identidad de nuestro país y sus regiones. No por nada Gabriel García Márquez afirmaba que Cien años de soledad era un vallenato de 450 páginas[1], y Francisco el Hombre se hizo célebre por haber vencido al diablo entonando el credo al revés[2].
Respecto a su origen, no hay certeza. Unos dicen que se gestó en Magdalena, otros en el Cesar, y algunos en la Guajira. Lo cierto es que es uno de los ritmos hito de la costa caribe colombiana, que se empezó a tejer como resultado de los recorridos que hacían los juglares narrando de pueblo en pueblo los acontecimientos que tenían lugar en la región. Su nombre significa “nacido en el valle”, que a su vez hace referencia a el famoso Valle de Upar o “Valledupar” haciendo alusión al Cacique Upar uno de los más importantes jefes de la tribu Chimilas[3].
Sin duda alguna, cada nota del vallenato es mágica y tiene la capacidad de embarcarnos dentro de la idiosincrasia de un pueblo por medio de sus historias llenas de realidad y fantasía. Dentro de los relatos mas recordados y que han marcado la cultura colombiana se encuentran La gota fría, Alicia adorada, La casa en el aire, Matilde Lina, La vieja Sara, El cantor de Fonseca, Los caminos de la vida y La tierra del olvido. Así mismo, algunos de los compositores que han inmortalizado a este género son Rafael Escalona, José Benito Barros, Leandro Díaz, Alejandro Durán, Poncho Zuleta, entre otros, los cuales han convertido la poesía en música.
Y es que cuando se escuchan versos como:
La Gota Fría – Emiliano Zuleta Baquero
“Acordate Moralito de aquel día,
Que estuviste en Urumita,
Y no quisiste hacer parranda
Te fuiste de mañanita Sería de la misma rabia (..)”
ó
Jaime Molina – Rafael Escalona
“Recuerdo que Jaime Molina,
Cuando estaba borracho, ponía esta condición,
Que, si yo moría primero me hacía un retrato,
O, si el se moría primero le sacaba un son (…)”
Fotografía tomada de: El Pilón
Es imposible no tararearlos y recordar las historias de amistad, amor y muerte que las preceden. A manera de anécdota, La gota fría cuenta el duelo musical entre dos de los más grandes acordeoneros del vallenato; Emiliano Zuleta Baquero y Lorenzo Miguel Morales. Narra la historia, que en una “piquería” Zuleta le ganó a “Moralito” , quien decidió retirarse, lo que le dio origen a esta canción y como se ilustra en sus versos; “y cuando me oyó tocar, le cayo la gota fría”. Otra de las narraciones épicas del vallenato es La diosa coronada que relata los vestigios de un amor contrariado que vivió su compositor Leandro Díaz, y que además perfila en el epígrafe de El Amor en los Tiempos del Cólera de Gabriel García Márquez. Finalmente, sin dejar de lado otras melodías, Jaime Molina nos habla de una amistad que traspasa la muerte y que expresa el dolor de perder un compañero de vida, como lo expresa la misma canción: “ahora me duele que se haya ido, yo quedé sin Jaime y el sin Rafael”.
Por todo lo anterior, el vallenato se ha consolidado como uno de los géneros más representativos de la cultura colombiana y tiene un festival que se ha realizado desde 1968. Así mismo, en el año 2015 fue declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO. Esto le dio un gran reconocimiento a nivel mundial y lo convirtió en un himno para todos los colombianos. Tal como lo manifestaba Gabriel García Márquez: “No sé qué tiene el acordeón de comunicativo que cuando lo oímos se nos arruga el sentimiento”[4].
Y sí, es que cada una de las historias que se encuentran detrás de este género musical nos recuerda lo fascinante que es la cultura colombiana, que debemos sentirnos orgullosos de nuestra herencia y lo que representa. No cabe duda de que el vallenato es la expresión más viviente de lo que significa el realismo mágico, y que escuchar la bella melodía de un acordeón junto con sus letras llenas de historias nos hace sentir orgullosos de nuestros cantores del valle.
[1] Centro Gabo. (2018). “El Vallenato en 9 reflexiones de García Márquez”. https://centrogabo.org/gabo/contemos-gabo/el-vallenato-en-9-reflexiones-de-garcia-marquez [2] Rincón Tristancho, S. (2018). “Francisco el Hombre, juglar y leyenda”. Ministerio de Cultura de Colombia. https://mincultura.gov.co/areas/patrimonio/investigacion-y-documentacion/politicas-planes-y-programas/programa-nacional-de-vigias-del-patrimonio/noticias/Paginas/Francisco-el-Hombre,-Juglar-y-leyenda.aspx [3] Colombia. (s.f). “La fascinante historia de la música vallenata”. Colombia CO. https://www.colombia.co/cultura-colombiana/musica/valledupar-la-cuna-del-vallenato/ [4] Centro Gabo. (2018). “El Vallenato en 9 reflexiones de García Márquez”. https://centrogabo.org/gabo/contemos-gabo/el-vallenato-en-9-reflexiones-de-garcia-marquez
Referencias
- Rincón Tristancho, S. (2018). “Francisco el Hombre, juglar y leyenda”. Ministerio de Cultura de Colombia. https://mincultura.gov.co/areas/patrimonio/investigacion-y-documentacion/politicas-planes-y-programas/programa-nacional-de-vigias-del-patrimonio/noticias/Paginas/Francisco-el-Hombre,-Juglar-y-leyenda.aspx
- Colombia. (s.f). “La fascinante historia de la música vallenata”. Colombia CO. https://www.colombia.co/cultura-colombiana/musica/valledupar-la-cuna-del-vallenato/
- BBC Mundo. (2015). “13 vallenatos que hay que conocer ahora que el ritmo es patrimonio de la humanidad”. https://www.bbc.com/mundo/noticias/2015/12/151201_colombia_13_vallenatos_escenciales_nc
- Centro Gabo. (2018). “El Vallenato en 9 reflexiones de García Márquez”. https://centrogabo.org/gabo/contemos-gabo/el-vallenato-en-9-reflexiones-de-garcia-marquez
- Barrios, M. (s.f). “La gota fría, historia de la piqueria más grande de la historia”. El Heraldo. https://www.elheraldo.co/entretenimiento/la-gota-fria-historia-de-la-piqueria-mas-larga-del-vallenato-479604
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